Qué es el IPC

El IPC o Índice de Precios de Consumo es uno de los indicadores económicos más importantes y junto al PIB, uno de los dos más utilizados por los economistas para medir la evolución de la economía de una región o país. Esta evolución se mide tanto de forma mensual como anual. El IPC se utiliza como referencia para actualizar los alquileres, nóminas o pensiones.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) se encarga de calcular el IPC y para ello, escoge una muestra de más de 400 productos consumidos por las familias que clasifican en 12 grupos. A cada grupo, se le asigna una ponderación. Aquellos grupos de productos en los que las familias destinan más presupuesto reciben una mayor ponderación.

Para este año 2022, los grupos que reciben una mayor ponderación son el Grupo Alimentación y bebidas no alcohólicas, el Grupo Vivienda y el Grupo Transporte con un 22,6%, 14,2% y 13% respectivamente. Por otro lado, los grupos con menor ponderación son Grupo Enseñanza, Grupo Bebidas alcohólicas y tabaco y Grupo Comunicaciones con un 1,6%, 3,1% y 3,6% respectivamente. Con el paso de los años el INE ha actualizado los productos de muestra para ajustarse al nuevo patrón de consumo seguido por los españoles.

Qué efectos tiene el IPC

Los economistas utilizan el IPC para medir la evolución de la economía y ver cuáles son las previsiones a futuro. En este sentido, se hablará de inflación cuando el IPC sigue una tendencia ascendente o de deflación cuando ocurra lo contrario. A continuación, veremos cuáles son las principales afecciones de esta subida o bajada del Índice de Precios de Consumo IPC.

Al aumentar

Como se ha mencionado antes, al aumentar el IPC se produce inflación y por tanto un encarecimiento de la vida puesto que los productos de consumo han aumentado de precio en términos generales.

Cuando en un país se da inflación, el dinero pierde valor a una gran velocidad. Esto quiere decir que para comprar las mismas cosas que se compran hoy, se deberá pagar mucho más dinero dentro de un par de años.

En un contexto de inflación, el dinero que se guarda en el banco pierde valor por lo que es aconsejable realizar esa inversión en la que se está pensando antes que esperar meses o años a realizarla. Si un país entrara en una espiral de hiperinflación, el consejo sería comprar y abastecerse inmediatamente de todo lo que se necesite y vaya a necesitar en el futuro porque más adelante será imposible acceder a esos productos a un precio normal.

Al disminuir

Cuando el IPC sigue una tendencia negativa se produce lo que se conoce como deflación. El precio de los bienes de consumo disminuye como consecuencia de un exceso de oferta y los consumidores perciben un incremento en su poder adquisitivo.

Aunque el incremento del poder adquisitivo de los ciudadanos es percibido como algo positivo, no lo es, puesto que con la deflación se fomenta el ahorro y por lo tanto disminuye la demanda. Cuanto más baje la demanda, más dificultades tendrán las empresas para mantener a sus empleados y pagarles lo mismo. Los ingresos de las empresas bajarán y por ello también el de las familias. Finalmente, al caer los precios caerá también el PIB disminuyendo la riqueza del país, pero manteniendo la deuda.

Cuál es la tendencia del IPC

En España, la tendencia del IPC se sitúa al alza. Los precios de los bienes de consumo, tanto los productos de alimentación como las viviendas, no dejan de aumentar y producen una inflación mayor de la esperada. Los datos obtenidos durante verano de 2022 superan con creces las previsiones llegando a superar el 10% en los meses de junio, julio y agosto. Por lo tanto te recomendamos leer el siguiente post, si quieres saber si actualmente nos encentramos en un buen momento para comprar una vivienda.

Los expertos atribuyen esta gran subida de precios al desequilibrio que se ha producido entre la oferta y la demanda tras la reapertura de las economías y los problemas de suministros que actualmente están afectando a todo el mundo y genera más escasez de algunos productos. Dada la situación actual de España y el resto de los países europeos, los gobiernos se han puesto manos a la obra para tratar de reducir esta inflación a través de políticas monetarias más restrictivas.