¿Qué es el aval bancario?

El aval bancario es el compromiso de una entidad bancaria a responder en lugar del avalado cuando este incumpla sus obligaciones. El beneficiario puede acogerse al aval bancario para reclamar a la entidad y que el banco se responsabilice y se haga cargo del incumplimiento del avalado.

Desde el punto de vista del banco, su papel como avalistas en el aval bancario no es más que el de prestamistas ya que tarde o temprano el avalado deberá reintegrar la cantidad al banco cumpliendo con su obligación. La única forma de que el avalado no cumpla con sus obligaciones es que caiga en impagos y se declare en estado de insolvencia.

El aval bancario es una buena opción a tener en cuenta ya que permite garantizar el pago ante terceros cuando no es posible cumplir con las obligaciones en un momento determinado. Contar con un aval bancario puede ser de gran utilidad en múltiples situaciones. Por ejemplo, el aval bancario puede servir para garantizar el pago del alquiler y así, aunque un mes no se pueda cumplir con el pago, el banco responderá ante el arrendador.

¿Cómo solicitar el aval bancario?

El primer paso para solicitar un aval bancario es acudir hasta la entidad financiera en la que se es cliente. Allí, se comunicará la situación y el deseo del cliente de contar con un aval bancario. El banco requerirá una serie de documentos que permitan a la entidad evaluar la solvencia del avalado, sus ingresos y sus obligaciones actuales y futuras para asegurarse de que será capaz de reintegrar al banco la cantidad adeudada en el futuro.

Si el banco da el visto bueno al aval bancario, se deberá formalizar ante notario una Póliza de Cobertura de Garantía Bancaria en el que queden establecidas las condiciones del aval. En ese documento se estipula el tipo de obligaciones por las que responde el banco, en qué cuantía máxima, durante cuánto tiempo existirá el aval bancario y cuál es el plazo del que dispondrá el avalado para realizar el reintegro.

Tipos de aval bancario

Existen distintos tipos de aval bancario y muchas veces es posible que el banco esté dispuesto a aceptar un aval financiero, pero no un aval técnico. Atendiendo a la obligación que garantiza el banco o a las condiciones del aval podemos distinguir las siguientes clasificaciones.

Aval financiero vs aval técnico

Según el tipo de obligación garantizada podemos clasificar el aval bancario en aval financiero o aval técnico. En el aval financiero el banco se compromete a asumir las obligaciones de pagos que tenga el avalado. Por ejemplo, se considera aval financiero cuando el banco se responsabiliza del pago a un arrendador el alquiler de un particular o el pago de materias primas que una empresa debe a un tercero.

El aval técnico es un aval bancario en el que la entidad bancaria responde ante incumplimientos de obligaciones diferentes al pago. El aval técnico es habitual cuando se dan contratos de obras públicas y en contratos acordados entre un proveedor de servicios y una Administración Pública.

Aval independiente vs aval solidario

Según las condiciones del aval bancario podemos distinguir entre aval independiente y aval solidario. Cuando existe aval solidario, el tercero puede reclamar el cumplimiento de la obligación tanto al avalado como al avalista en cualquier momento. 

Cuando se firma con la entidad bancaria un aval independiente, el tercero puede solicitar al banco que responda y tendrá que cumplir con la obligación salvo que demuestre que el avalado ya ha cumplido.

¿Cuánto dura el aval bancario?

Muchos se preguntan cuál es la duración de los avales bancarios. La realidad es que el aval bancario puede firmarse por un plazo indefinido de tiempo. La duración del aval bancario puede ser tanta como se acuerde entre el avalado y la entidad bancaria. 

Durante todo ese período acordado, y siguiendo el ejemplo que comentábamos al principio del post con el caso de un inquilino que no hace frente al contrato de alquiler, el tercero o en este caso el arrendador puede exigir al banco que asuma la deuda del avalado y pague las mensualidades adeudadas.

¿Cuánto cuesta el aval bancario?

Contar con un aval bancario implica un coste para el avalado. Por un lado, se deberán pagar todos los gastos asociados a la firma del aval bancario y su formalización mediante escritura pública. Por otro lado, se deberá pagar la comisión asociada al estudio de situación del avalado y la comisión por prestar el dinero y adelantarlo al beneficiario con el riesgo que implica para el banco que el avalado no cumpla en el futuro con su obligación.

Los expertos afirman que la comisión que reciben los bancos por el aval bancario suele situarse alrededor del 1% o 2% del importe máximo avalado.