Las claves para invertir en vivienda

Muchas personas se preguntan cuándo es el mejor momento para invertir en vivienda y es que tras la crisis del 2008, la cual supuso un duro varapalo para las economías domésticas, parece que el mercado inmobiliario se está recuperando.

En pleno 2022, el valor de los inmuebles sigue al alza y esto hace que muchos se planteen invertir en vivienda bajo la convicción de que la tendencia seguirá siendo positiva y los precios continuarán en ascenso. Bajo esta premisa, cualquiera que compre un inmueble podrá sacar rentabilidad de comprar una vivienda a fecha de hoy y venderla en unos años por una cantidad superior.

Ahora bien, independientemente del contexto y la tendencia de los precios, es importante estudiar y analizar una serie de factores clave antes de realizar cualquier inversión en vivienda.

Estudiar y analizar la rentabilidad de la inversión

Si se ha tomado la decisión de invertir en ladrillo, lo que se debe hacer es peinar el mercado, ver todas las ofertas y estudiar cada opción. A continuación, mostramos una serie de consejos y factores a tener en cuenta antes de comprar una casa.

Presupuesto, coste de la vivienda y capacidad de endeudamiento

Hay que fijar un presupuesto teniendo en cuenta el colchón o ahorros disponibles y la capacidad de endeudamiento, la cual viene condicionada por los ingresos mensuales del prestatario. Como es lógico, aquellos con mayores ingresos y un perfil económico más solvente y estable podrán endeudarse más y conseguir mayor financiación optando a viviendas más caras.

Con este primer filtro, se eliminarán todas aquellas inversiones que puedan no ser viables desde el punto de vista económico.

Posibilidad de revalorización del inmueble o la zona

En estas operaciones, la visión a medio y largo plazo es un requisito indispensable. Cuando se adquiere una propiedad no hay que ver únicamente su valor actual sino el valor pasado y el previsto para el futuro.

Mientras que algunas zonas o barrios se están revalorizando con el paso de los años, otras se estancan y la demanda de sus pisos bajará al haberse convertido en una ubicación menos deseable.

Escoger entre vivienda de obra nueva o segunda mano

También hay que tener claro si se quiere invertir en una vivienda de obra nueva o una vivienda de segunda mano. Si se compra la vivienda de obra nueva, es probable que el precio a pagar sea mayor, pero al mismo tiempo estará en buen estado.

En cambio, si se compra un inmueble de segunda mano, puede ser que su precio sea algo inferior, pero a la larga implique un mayor desembolso si se necesita hacer cualquier reforma o mantenimiento debido a un mal estado de la propiedad.

Finalmente, los impuestos que se pagarán por la compra también dependerán en función de esta decisión. Los que compren una vivienda nueva deberán abonar el IVA y el IAJD mientras que los que adquieran una de segunda mano pagarán el ITP.

Evitar precipitarse

Las operaciones que involucran un desembolso de capital de más de cinco ceros merecen meditarse. Comprar una vivienda solicitando un préstamo al banco no es una compra impulsiva y por lo tanto el proceso de compra no puede hacerse como tal. Es posible que se presenten buenas oportunidades que valga la pena aprovechar tanto en el presente como en el futuro.

La tendencia del mercado y el papel del Banco Central Europeo

Qué es mejor, ¿comprar ahora o esperar? Esta es la pregunta que muchas personas se hacen continuamente. En la actualidad, la tendencia del mercado inmobiliario sigue al alza. Por lo que previsiblemente el inmueble que en 2022 cueste 200.000 euros, costará más en 2023. Son muchos los factores que afectan en el devenir del mercado, pero la gran mayoría de los analistas prevén un aumento de los precios de la vivienda

El Banco Central Europeo ha subido el pasado mes de julio los tipos de interés para tratar de frenar la inflación, la cual se sitúa en la zona euro por encima del 2%. Frenando la inflación tratan de paliar el aumento de los precios.

Sobre el papel, este aumento de los tipos de interés desincentivará el consumo y la financiación. Las hipotecas van a ser más caras ya que los bancos van a cobrar más intereses. Al mismo tiempo las entidades bancarias pagarán más por guardar el dinero en su banco incentivando el ahorro.

Por un lado, el efecto inmediato de la subida de intereses es el encarecimiento de las viviendas. Sin embargo, también se va a producir el efecto contrario. Por otro lado, al encarecerse las hipotecas, se frenará la demanda de viviendas y por tanto el incremento de los precios. Si las mensualidades a pagar durante 20 años son superiores que antes, habrá menos personas dispuestas a hipotecarse para adquirir la misma vivienda.